miércoles, 10 de enero de 2018

El crecimiento personal y la cotidianidad


LA FÁBULA DEL ERMITAÑO: Demasiado trabajo por hacer...

Deseo compartir una parábola que resume una buena parte del trabajo de crecimiento personal, o al menos de lo que esperamos lograr en nuestra cotidianidad cuando lo acometemos.

Algunos pueden elegir aislarse o no del mundo para hacerlo y no digo que en ocasiones no pueda ser aconsejable hacer ciertas pausas o tener momentos de aislamiento, pero a mi juicio, estamos más llamados a trabajar en nosotros mismos, cuando lo hacemos conectados con quienes nos rodean. Son, sin duda alguna, nuestros familiares, nuestra pareja, nuestros hijos, grandes "maestros" en este sentido, quienes más nos motivan, de una forma u otra, a realizar este trabajo de crecimiento personal.

Así entonces: 

"Un viejo ermitaño, se refugiaba en la montaña para dedicarse a meditar y hacer penitencia.

Un día, una persona le preguntó: ¿Cómo puede tener tanto trabajo si vive en soledad?
Él contestó: “Tengo que entrenar a dos halcones y a dos águilas, tranquilizar a dos conejos, disciplinar una serpiente, motivar a un asno y domar a un león.

No veo ningún animal por aquí, ¿dónde están?

El ermitaño le dijo:
Estos animales que he dicho los llevamos todos dentro.

Los dos halcones, se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo, tengo que entrenarlos para que se lancen sobre cosas buenas:
Son mis ojos.

Las dos águilas con sus garras hieren y destrozan, tengo que entrenarlas para que se pongan al servicio y ayuden sin hacer daño:
Son mis manos.

Los conejos quieren ir donde ellos quieran, quieren esquivar las situaciones difíciles, tengo que enseñarles a estar tranquilos aunque haya sufrimiento, problema o cualquier cosa que no me gusta:
Son mis pies.

Lo más difícil es vigilar la serpiente, está encerrada en una fuerte jaula, pero ella siempre está lista para morder y envenenar a cualquiera que esté cerca, por ello tengo que disciplinarla:
Es mi lengua.

El burro es obstinado, no quiere cumplir con su deber, siempre está cansado y se niega a llevar su carga cada día:
Es mi cuerpo.


Por último necesito domar al león, quiere ser el rey, el primero , el vanidoso, el orgulloso, se cree el mejor:
Es mi EGO.

Como ve, tengo demasiado trabajo por hacer".

1 comentario:

  1. Conócete a ti mismo y conquístate... El principio y el fin de todo esto que llamamos vida :-) ¡Que super fábula!♥

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